Buenas noches, querida lectora.
No quería que acabara el primer día de la primavera sin escribirte unas letras aquí en el sitio donde precisamente hablamos de florecer y florecernos, desde mi primavera particular en la vida.
Por si te lo estabas preguntando, ya estoy de vuelta en Málaga. La razón por la que esta newsletter empezó hace unos meses —mi aventura en Londres— ya ha terminado y he cerrado el capítulo con mucho agradecimiento. Ha sido una experiencia de esas que te hacen temblar entera, para lo bueno y para lo malo. Y estoy feliz y muy orgullosa de la Irene de hace un mes y medio que veía que su vida cabía en una mochila y poco más.
Puede que algún día me atreva a contar todo lo que pasó en Londres, las situaciones tan retadoras en las que me vi, y todos los aprendizajes que he sacado de ello. Pero no será hoy, dejaré pasar un poco más de tiempo.
Sin duda, Bloom —la newsletter— no ha acabado con la historia de Londres. Ya se ha convertido en algo que va más allá, y que me apetece seguir explorando. Me he enamorado además de esta plataforma, y me interesa mucho lo que hacen otros creadores. ¿Tú estás siguiendo a otros escritores en Substack? Me encantaría saber si tienes algún favorito y tus recomendaciones. Puedes compartirlos con todos si te apetece.
Por mi parte aún es demasiado pronto para decidir un favorito. Si tuviera que recomendar a alguien, sin duda sería Marguga, no tanto porque conozca mucho su newsletter, si no porque vengo siguiéndola desde hace mucho en Twitter y me encanta lo que escribe.
Sin duda seguiré explorando más para poder recomendarte contenido de calidad y alineado con lo que hablamos aquí.
El post de hoy no es un post largo, sé que ya es tarde y no quiero quitarte mucho tiempo antes de tu noche. Esta semana quiero volver a la rutina con Bloom y volver a escribir un post jugosito, de los que nos gustan, porque compartimos y aprendemos.
De la misma manera, quiero poner foco en El club y compartirte también por allí contenido que te pueda gustar. Se me está haciendo un poco bola Instagram, si te soy sincera. En el último post ya te conté la relación que últimamente tenemos las redes sociales y yo. Y sorprendentemente cada vez estoy siendo más consciente de todos esos momentos en los que hago crack por dentro por culpa de la redes. Es muy interesante observarlo como espectadora. Me preguntaba si te parecería interesante que fuera compartiendo este viaje de manera más natural y más rápida de leer. ¿Quizá en un hilo del chat que esta aplicación nos ofrece?
Y no me extiendo mucho más por hoy. Como regalo para esta primavera, te regalo este fondo de pantalla, para que te recuerdes cada día que estás floreciendo, todo el tiempo.
Con sus cosas buenas, su dolor y también un poquito de revolución interna. Deseo que te guste mucho (solo tienes que hacer clic en la imagen para que se abra grande y hacer un pantalla :))
Te deseo una primavera llena de flores.
Nos leemos pronto <3